Un sueño con vos

Nos encontramos en Puerto Madero, estabas mirando el río esperandome. Me acerco, te saludo:

_Hola

_Hola, cómo estás, tanto tiempo?

_Feliz de verte

_Vení, tomemos algo

Entramos a un bar que estaba ahí al lado, nos pedimos un café y nos pusimos al día, aunque habíamos chateado un poco y hablado algo antes hacía años que no nos veíamos en  persona. 

Después de poco menos de una hora subimos a la habitación del hotel que estaba al lado, que es donde estabas parando.

La habitación era chiquita pero acogedora, estaba a media luz, no habìa ruidos, estaba al fondo del pasillo así que era como estar solos en todo el hotel. Empezaste a besarme mientras me sacabas el saquito, después la remera, suavemente, yo te sacaba la tuya, como en una película, me desabrochabas el pantalón y los besos empezaron a cargarse de pasión.

Me empezaste a morder y a chupar el cuello, ya me habías sacado el corpiño casi sin que me diera cuenta y bajaste a los pechos y ahí me tiraste en la cama, encima mío, todavía con los pantalones puestos empezaste a chuparme de una manera... moría de placer, me tocabas y me lamías los pechos con pasión y suavidad a la vez, mientas hacías eso yo me terminé de sacar el pantalón, vos paraste un segundo para sacarte el tuyo, volvíste arriba mío y me seguiste chupando mientras bajabas una mano a mi entrepierna, hacía muchos pero muchos años que no sentía tanto placer en el sexo. Después que me hiciste llegar bajaste con tu boca y empezaste a lamerme la parte que más me exita, por dios! no terminaba de llegar que estaba llegando de vuelta. Cuando terminé otra vez, te dije exausta "qué bueno que estuvo", sonreíste. Descansé dos minutos porque no podía más, vos te acostaste al lado mío pero estabamos transversal en la cama así que nos acostamos bien y me subí arriba tuyo, era mi turno,  Empecé a chuparte el cuello y a morderte suavecito y fui bajando por tu pecho, por tu linda panza hasta llegar a tu miembro erecto, hermoso y firme, lo miré con cariño, lo tomé con suavidad y lo empecé a chupar, primero con la lengua de a poco y después me lo metí en la boca, acriciandolo también con la lengua al principio hasta que te empezaste a exitar mucho y empecé con lo que se hace para que llegues, explotaste en mi boca, yo me quedé ahí hasta que no salió más y fui al baño a vaciar y lavar mi boca porque el sabor es amargo. Volví al lado tuyo, nos miramos y me dijiste exausto "qué bueno que estuvo", jaja. Pasaron otros 10 minutos y dijimos: seguimos?  y seguimos. 

Ahí la pasión fue descontrolada, unos pocos besos y mordisquitos y adentro, ahí primero sentados, nos movíamos con locura, gemíamos, vos me agarrabas fuerte de las caderas y yo trataba de no rasguñarte los hombros pero me costaba porque cuando estoy muy exitada me gusta rasguñar y morder y que me muerdan. Llegué en esa posición y cambiamos y después otra vez, en la tercera posición ya llegamos juntos, con un grito de pasión de ambos. Nos desmayamos en la cama. Nos quedamos dormidos.

Un rato después, habrá sido media hora, me despierto y te veo dormido al lado mío boca abajo, te veías cansado. Me quedé un rato mirandote y dije bajito: "Por fin!" Por fin había cumplido eso que tanto había esperado. Ahí te despertaste, me miraste y me dijiste: "por fin, no?" y nos reimos.  Y te digo:

_Y qué tal, te gustó?

_ Te digo la verdad, no te miento eh, fue una de mis mejores veces. Hacía mucho que no la pasaba tan bien en la cama. Ya se había vuelto rutina, un polvo y a dormir, a veces había un poco más de pasión pero no así. Esto fue un chorro de agua fresca, un baldaso cuando estás cagado de calor en verano deseando una pileta. Como respirar aire puro en la montaña o en medio del campo. Me siento renovado.

_Guau, fue lo mejor que me dijeron y para mí fue igual, no puedo expresarlo mejor, parece fácil decir "igualmente" pero nada de lo que diga va a expresar mejor lo que siento que lo que dijiste vos, parece que leíste mi mente. Y yo estoy segura que hace más que vos que no la pasaba tan bien porque la última vez que recuerdo que estuvo buena fue hace como 2 años que estabamos hablando de separarnos con mi ex pero yo ahí no quería e hice lo que hacía antes, arreglarlo con el sexo, pero antes de eso, habían pasado años de una buena, varios años. Así que bueno, podemos decir que tenemos piel.

_Así es, tenemos piel.

Habíamos estado hablando de eso antes, si tendríamos piel o no. Cuando tenés piel el sexo es otra cosa, se disfruta intensamente. Tanbién hacía mucho que nos teníamos ganas.

Así que después de eso, nos bañamos y bajamos a cenar. Charlamos mucho, duerante horas, de todo y de nada, de la vida. 
Después caminamos un poco por puerto madero, era una noche templada, linda para caminar.

Después, yo no sabía si volver a casa o quedarme a domir con vos, ya era de madrugada, pero tenía sólo hasta el medio día del día siguiente libre, después estaba con mi hijo. Así que me dijiste "quedate, hacemos el amor a la mañana de despedida, desayunamos juntos y después te vas." Así que sonreí y acepté. Y así fue, volvimos caminando lento, charlamos otro poco hasta quedarnos dormidos. Horas después me despertaste con besos en la espalda, me di vuelta, nos miramos, hicimos el amor de una forma dulce pero intensa a la vez, con ese sabor a despedida. Cuando terminamos, esa vez vos estabas arriba mío, dejaste caer tu cabeza en mi hombro y después te pusiste al lado mío en la cama. 

_Bueno_dijiste_ hora de irse.

Asentí con la cabeza y con pena, me levanté, fui al baño, me repuse un poco, nos vestimos y bajamos.

Yo estaba un poco triste porque había sido una de las mejores noches de mi vida y se había terminado y no sabía si se iba a repetir. Además, no fue sólo uno de los mejores sexos de mi vida, también fue la larga charla, la compañía, el cariño, tu dulzura, porque quieras o no sos muy dulce. 

Vos lo notaste y me dijiste agarrandome la mano fuerte:

_Tranki, no tiene que ser la última vez.

Te miré y dije sorprendida:

_En serio?

_ Claro, vos sabés que yo vengo mucho para acá, nos podemos volver a ver.

Mi sonrisa no entraba en mi cara. Me acerqué y nos dimos un fuerte abrazo.

Terminamos de desayunar, más animados y después nos despedimos con otro fuerte abrazo y besos tiernos. Con la promesa de volver a vernos.

Me fui. Y así termna la historia pero no es en realidad el final porque la promesa se cumplió, algunas veces más.

Esto es, más o menos, lo que me gustaría que pasara. Sí soñé dormida algo así una vez pero no tan detallado y se cortó después del sexo creo, fue hace mucho tiempo. Vos sabés quién sos y tenés la posibilidad de cumplir un sueño y pasarla bien al mismo tiempo, sólo tenés que decir hola...