lunes, 1 de julio de 2013

Gusto a nada

Hace unos días estaba inspirada antes de salir para el trabajo y empecé a imaginar algo que escribir al llegar pero no quise seguir pensandolo para no olvidarlo, trataba de retener la idea porque si lo digo todo en mi mente sin escribirlo en el momento, después lo olvido. Igual, cuando llegué al trabajo me olvidé hasta de que quería escribir, en un momento lo recordé pero había demasiado ruido para poder escuchar qué era lo que había estado pensando y es una lástima porque era muy lindo. Era una de esas veces en que una está realmente inspirada y escribe algo bonito. Tenía que ver con que por fin había aceptado que mi vida tenía que seguir y que tenía que hacerlo sin él. No volví a estar así de inspirada, ni siquiera ahora. Y lo que me pasa en este momento es que... todo tiene sabor a nada. Hace unos días no quería dirigirle la palabra a nadie ni que me la dirigieran a mí, estaba enojada con el mundo, muy mal humor y no sólo no quería hablar con nadie porque no tenía ganas, también era porque me daba cuenta de que estaba irritable y que podía tratar mal a alguien sin querer, asi que preferí aislarme. Y ahora, aunque estoy un poco mas calmada y ya no con ese mal humor constante... es difícil de explicar pero lo que me viene a la mente es ese "gusto a nada". Todo tiene gusto a nada, me puse a escuchar música, y me resultó lo mismo que nada, me puse a hacer macramé y también, lo mismo que no hacer nada, nada me satisface, nada me gusta, no tengo ganas de nada, hago todo... casi por inercia, levantarme, ir al baño, desayunar, ocuparme de las cosas de los gatos, prepararme para salir, salir para el trabajo, esperar el colectivo en la calle, viajar, llegar, estar acá aburriendome como siempre, tal vez atender algún llamado, esperar que llegue la hora de irme y volver a casa, y en casa ver tele y jugar a los juegos del face hasta que ya pienso que debería dormir porque perdí el sueño, ya nunca tengo sueño, antes mi sueño era casi constante. Desde que me arrepentí de habe dejado al que creí que era el amor de mi vida, ya nunca tengo sueño y me cuesta mucho dormir, no duermo toda la noche, hubo algunas noches que practicamente no dormí. Ahora algo duermo pero cualquier ruidito, aunque sea el caer de un alfiler me despierta. Anoche ya eran las 4 de la mañana cuando decidí apagar la tele pero no tenía sueño, me fuerzo a dormir. Nunca me había pasado algo así, nada de esto. Los primeros días casi no comí además de no dormir. Antes cuando me deprimía a veces comía más. Ahora no tengo voluntad, no tengo ganas de mover la boca para comer, bueno ahora sí como pero eso me pasaba los primeros días, moría de hambre pero no tenía ganas de comer. Pero como al día siguiente de casi no comer nada (recién me tomé un té con unas galletitas como a las 9 ó 10 de la noche o tal vez a las 11 no recuerdo bien) me sentí muy mareada, casi me desmayo y me empezó a pasar en la ducha y eso me da miedo porque estoy sola, finalmente decidí volver a comer más normal. Además me sentía terriblemente débil. Ahora en ese sentido estoy bien pero todo sigue teniendo gusto a nada. Y pienso en él, aunque ya no constantemente, y pienso que tal vez fue mejor así, que de todas formas somos tan diferentes... y pienso en las cosas que nos hubieran traido infelicidad o discuciones o desconfianza. Qué se yo... me cuesta soltarlo todavía, recién tenía ganas de mandarle otro mail pero él no quiere saber nada conmigo y tampoco es bueno que esté con alguien que en ese sentido es como él. Yo puedo escuchar, perdonar, tener una charla con cualquier ex, él no. De hecho uno de mis ex es el que me salvó un poco mientras moría, esos primeros días. Pero después no le hablé más por unos días por eso de las ganas.
Hace muy poco que se acabó, creo que una semana, o serán dos? es que me parece más tiempo. Sigo terriblemente triste pero ya no lloro todo el tiempo, sólo a veces me dan muchas ganas recordando algo y a veces se me escapa una lágrima, el otro día en el colectivo tenía ganas de llorar con todo pero logré contener la mayoría de mis lágrimas, no es bueno llorar en el colectivo, alquien podría preguntarme qué me pasa. Y pondría incómodos a los demás pasajeros.
En realidad no sé por qué empecé a escribir esto, ni siquiera esto tiene sentido, supongo que buscaba la inspiración del otro día. Fue un día raro aquél, mientras me bañaba resolví el tema de la aceptación y me sentí bastante bien y aliviada después, qué lastima  que no escribí en ese momento, así ahora podría leerlo y recordar por qué era que me sentía bien. Pero me tenía que ir, ya era muy tarde.
La cuestión es que no tengo ganas de tener sexo, como la vez anterior que terminé con él, ni de ver a mi vecino, como al vez anterior, ni de hablar con amigos, ni nada de lo que tenía ganas la vez anterior. Será porque esta vez no lo dejé porque pensé que no lo amaba, creo que lo dejé porque sentía que él no era bueno para mí ni yo para él. Los dos estabamos resignando grandes sueños individuales por uno de los dos. Yo después me arrepntí porque de verdad quería ese sueño en común pero él ya estaba muy enojado, tal vez porque sintió que le volví a hacer lo mismo, lo curioso es que fue para la misma época, si uno lo piensa en rasgos generales es como un deja vú. Una vez leí "tropezar dos veces con la misma piedra no es malo, encariñarse con al piedra sí". Siempre me pasa eso de repetir los mismos errores. Pero aún así siempre algo aprendo. Siento que maduré esta vez, desde antes de terminar en realidad, él también lo notó. Pero todavía me siento muy triste, sin ganas de hacer nada, hago las cosas por hacerlas y sólo sigo porque no me queda otra, no tengo ganas de suicidarme, podría perderme de muchas cosas y sería muy complicado, mis gatos, la sangre... chiste pero sí lo pensé. La verdad es que desistí por mis gatos, pobrecitos, dejarlos solos, qué sería de ellos, me necesitan, además sería muy feo para ellos, y claro también para las personas que me quieren. Igual fue solo un día, seguramente ese en el que no paré de llorar.
No tengo ganas de buscar imágenes para este post asi que quedará así como siento todo: con gusto a nada. Se suponía que este post iba a ser menos deprimente que el anterior pero creo que estoy más triste de lo que pensaba. Ya veremos en unos días.

  Un sueño con vos Nos encontramos en Puerto Madero, estabas mirando el río esperandome. Me acerco, te saludo: _Hola _Hola, cómo estás, tant...